martes, 19 de mayo de 2009

SOÑEMOS EN GRANDE

Las próximas dos semanas serán muy importantes para definir los márgenes y restricciones de acción que tendrá el nuevo Gobierno, que toma posesión el 1.º de junio, y probablemente definirá el tono político que imperará en el país en los próximos tres años. La madurez de los institutos políticos para dimensionar la crisis que vivimos los salvadoreños y la capacidad que tengan de ponerse de acuerdo para pasar toda la legislación que requiere el país, comenzará a dibujar el resultado electoral de 2012.

La Asamblea Legislativa en general y los partidos políticos en particular tienen la gran responsabilidad de poder distinguir entre sus intereses partidarios y los intereses del pueblo salvadoreño. La elección del fiscal general, la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y todas las medidas que se están consensuando entre el presidente Saca y el presidente electo, Mauricio Funes, es fundamental que se puedan aprobar en las próximas dos plenarias.

El Salvador, al igual que todos los países del mundo, está siendo muy afectado por la crisis económica; hay que tomar una serie de medidas de carácter legislativo para enfrentar dicha crisis y evitar que más salvadoreños caigan en la pobreza y la desesperanza. Este es un problema ético fundamental y una obligación de aquellos que han sido elegidos para atender las necesidades de los salvadoreños.

Pero El Salvador también está sumergido en una profunda crisis política y de falta de liderazgo político. Aquel llamado que se ha hecho desde hace muchos meses sobre la necesidad que tenemos los salvadoreños de unirnos para enfrentar la crítica situación que nos afecta es una realidad cada día más visible y apremiante.

La única forma como vamos a poder salir medianamente bien librados de la crisis mundial es si ARENA, FMLN, PCN, PDC, CD, políticos en general, empresarios, banqueros, funcionarios del Gobierno saliente, funcionarios del Gobierno entrante, trabajadores, campesinos, profesionales, en fin, si todos los salvadoreños aportamos nuestros mejores esfuerzos y si ponemos nuestras posiciones en la sociedad al servicio de todos y especialmente de los más pobres.

Quisiera soñar con que es posible que ARENA defina su liderazgo esta semana que comienza y que pueda ponerse de acuerdo con el FMLN para elegir a los mejores funcionarios de segundo grado de la historia de El Salvador. Quisiera soñar con que ARENA y el FMLN puedan ponerse de acuerdo sobre la estructuración de la deuda pública que el país necesita y la aprobación de los préstamos nuevos. Quisiera soñar con que el presidente Funes y el FMLN se puedan poner de acuerdo sobre el mejor gabinete y el mejor programa de gobierno para beneficio de todos los salvadoreños.

En fin, quisiera soñar con que los políticos y la sociedad salvadoreña podamos madurar aceleradamente en las próximas dos semanas y en los siguientes tres años, para evitar que las discrepancias político-ideológicas y las desconfianzas generadas a través de los últimos 40 años nos hundan en una gran crisis y eviten que podamos aprovechar las oportunidades que la crisis nos proporciona para hacer de El Salvador un país más justo y en el que todos nos sintamos orgullosos de llamarnos hijos de esta tierra que tanto amamos.


Escrito por Luis Membreño/ economista

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