martes, 10 de febrero de 2009

5 SEMANAS Y MEDIA

A 5 semanas y media de la elección presidencial, la más importante que hemos tenido, el teatro de operaciones ha cambiado a favor de ARENA.

El PCN y el PDC que no tenían ninguna oportunidad se retiraron y adelantaron a primera vuelta la inevitable confrontación entre los únicos posibles ganadores. Bueno por acortar un mes la incertidumbre que paraliza la economía, los millones que se ahorrarán en una elección adicional estéril y el hastío de la población por una larguísima campaña política.

Las críticas probablemente se deban a cálculos de algunos de que el FMLN pudiera haber ganado en primera vuelta si los pequeños se quedaban, y ven esfumarse esa esperanza. Cálculos vanos, la aritmética electoral actual no da para eso, la brecha tendría que ser muy grande y los que votaron por esos partidos para diputados, votar igual para la presidencial, algo muy improbable.

Lo que definitivamente juega a favor de ARENA en primera vuelta es que el moméntum ha cambiado a su favor, están más optimistas y en el Frente menos, un enfrentamiento rápido los pone en mejor posición.

Los resultados del 18 de enero derrumbaron el sentimiento inducido por las encuestas y la inteligente estrategia triunfalista del Frente, que lo hacía ver favorito indiscutible. Sus partidarios, antes apáticos, divididos y desmoralizados, cobraron nueva vida.

Tanto areneros como votantes antifrente realizaron que pueden ganar y ahora tienen el viento a su favor.

Por el otro lado, el Frente y Mauricio vienen de una campaña muy larga, desgastante, desde noviembre de 2007, y estas alturas tienen muy poco nuevo que enseñar y los errores cometidos en campaña pesan en los últimos días.

Simultáneamente los perjudican los movimientos de perpetuarse en el poder de los gobiernos con que se identifica el FMLN, el descaro de Nicaragua, las maniobras en Bolivia y Ecuador y el referéndum de Venezuela el próximo 15, para perpetuar a Chávez, líder del socialismo latinoamericano del siglo XXI, que muestran claramente el patrón que siguen, ganar legítimamente en las urnas al principio con ofertas blandas, amañar las siguientes y usar la fuerza en las calles después, para asegurar continuidad, con la supresión de la democracia y la libertad que eso conlleva.

Así lo hizo Hitler, no es asunto de derechas e izquierdas, es el método conocido para imponer un proyecto político, suprimir la libertad porque estorba.

El candidato Funes trata de desasociarse de esos movimientos, pero los dueños del partido mantienen su asocio ideológico y físico con ellos. Chávez frecuentemente menciona que pronto El Salvador se sumará a la iniciativa bolivariana con el FMLN.
En Europa así nos ven, un reciente artículo de El País nos posiciona en ese bloque.

Yo respeto a los dirigentes del Frente y los comunistas serios aunque no comparta su ideología. Son muy disciplinados, persistentes en sus ideales, pacientes en su estrategia de largo plazo, estudiosos, definen en sus congresos sus planes de acción, escriben lo que piensan hacer... y lo hacen, algo que no todos los grupos políticos pueden decir.

Por eso en El Salvador ellos son la opción de poder de la izquierda. La izquierda democrática no ha tenido la capacidad de expresar su proyecto en un partido político fuerte, ni pudo prevalecer en el FMLN aunque eran más que los comunistas.

Como los salvadoreños son mayoritariamente conservadores, en elecciones anteriores no le dieron su voto para la presidencial al proyecto de los comandantes. Ahora montaron una estrategia inteligente, un candidato moderado, conocido, buen orador, que sumado al desgaste de 4 períodos de ARENA los han situado en la posibilidad real de ganar la elección.

Los votantes a quienes les gusta Funes pero no el Frente enfrentan la seria dicotomía de creer (y desear) que pueda imponerse a la dirigencia y que no piensa como ellos.

Se ve muy difícil aunque lo deseen mucho. Estos dirigentes serios, disciplinados, que han trabajado más de 30 años su sueño, tienen control férreo. ¿Cederán el poder cuando finalmente lleguen? Poco probable, ¿por qué lo harían? Han cedido apariencias, no poder real, impusieron diputados, jefes de campaña y lo contradicen periódicamente en el pensamiento fundamental.

Está claro que los salvadoreños tendrán que escoger entre un proyecto camino al socialismo con el autoritarismo que conlleva, y otro, que con las deficiencias que se le señalen, garantiza la democracia y la libertad. No hay medias tintas.

ARENA llega fortalecido, con menos tiempo en campaña, puede presentar novedades al votante, muchos apáticos manifiestan que saldrán a votar.

La elección será cerrada, por hoy el viento sopla a favor de ARENA.

Rafael Castellanos
http://www.laprensagrafica.com/index.php/opinion/caricatura/17178.html

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