miércoles, 25 de febrero de 2009

¿A CUÁL DE LOS DOS CONFIARÍAS TUS HIJITOS?

Los candidatos presidenciales de cualquier país se presentan como la mejor opción para dirigir los asuntos públicos y regir nuestras vidas. En vista de la enormidad de la promesa, los ciudadanos deben escudriñar la trayectoria de esos candidatos, analizar sus ejecutorias, revisar su credibilidad, averiguar de su pasado, saber quiénes son sus cónyuges, sus amigos, sus intereses, sus estudios, sus logros y fracasos.

Hay preguntas muy simples que todo ciudadano debe hacerse para votar con sensatez. La primera es, ¿a quién de los candidatos le confiaría dos hijos pequeños para que los cuide y los eduque? ¿Quién ha sido mejor padre y un ejemplo para sus hijos, su familia y sus amigos? ¿Con cuál de ellos tiene un niño mejores probabilidades de ser educado para convertirlo en una persona de bien, o con cuál correría el riesgo de terminar como un delincuente y un traficante de drogas?

Siguiendo esa línea de razonamiento, ¿a cuál de los candidatos escogería para ser mi socio y confiarle mis ahorros? ¿Cuál ha sido un hombre de trabajo, honesto, al que nunca lo retiraron de un empleo por irresponsable?

Los ciudadanos deben saber escoger entre personas con una hoja limpia de vida e individuos que cargan con un negro historial de crímenes. En tal sentido siempre hay que recordar la vieja máxima: dime con quién andas y te diré quién eres. Dime quiénes son tus amigos y sabré a qué atenerme. Averiguar sobre la personalidad y las ejecutorias de el o la cónyuge es también muy importante, como lo demuestra lo que está pasando en Nicaragua y en Guatemala por gracia de las dos "maravillosisisisisisisimas" mujeres al lado de los respectivos presidentes.

Cuando alguien se rodea de individuos que nada valen, de bagazos de la política, de los que cambian de partido y lealtades de acuerdo con las circunstancias, para los que el amor al hueso y las ganguerías se sobreponen al amor por la Patria, la familia y sobre todo a los principios morales, hay que tomar distancia de inmediato. Se toma distancia y se repudian para que luego no paguemos por no actuar con la cabeza.

Que no nos transformen en narcoestado
Nadie que no tenga la capacidad y la moral para ordenar bien su vida, puede arreglar la de otros; más bien sucedería lo contrario, que de saltar de decepción y fracaso en sus cosas, pasan a arruinar instituciones y las vidas de muchísimas personas, en el caso de mandatarios, la de una nación entera.

Lo que es un asunto casi privado, dejar en el desamparo a sus propios hijos y propinarles palizas a sus parejas reviste una importancia muy grande en el caso de candidatos. Si a esto se agrega que uno de los candidatos cae en la práctica de asociarse de manera sistemática con delincuentes, o delincuentes amnistiados si se quiere, se puede esperar lo peor para un país si tal individuo se hace con el poder.

Hay una interrogante adicional: entre dos partidos y dos candidatos, ¿cuál de ellos gobernaría atendiendo los intereses de la Patria, de la gente honesta, de los principios morales, de la democracia y la civilización, y cuál estaría recibiendo órdenes del exterior y además presionado para servir a intereses ajenos? ¿Con cuál de los candidatos corremos mayor riesgo que el país se transforme en una dictadura a perpetuidad y en un narcoestado? Guíate con la cabeza, no con el hígado…

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