jueves, 12 de febrero de 2009

EL TONTO DE LA COLINA

Este proceso electoral, largo y tenso, pero nunca aburrido, está teniendo de todo. El FMLN apareció con la novedad de cambiar el perfil de su candidato a la presidencia de la República, aunque no cambió absolutamente nada de sus creencias y objetivos, los cuales son los mismos de siempre.

Otra novedad es que la Internet se convirtió en el medio ideal para que los guerrilleros virtuales, los Che Guevaras del "cut and paste", disparen sus metralletas de insultos contra los burgueses, los traidores socialdemócratas, los revisionistas, los agentes de la CIA y los vendidos al imperio. Allí en el ciberespacio no queda piedra sobre piedra del sistema capitalista. La oligarquía fue destruida con un revolucionario dedazo en la tecla delete.

Lo de las encuestas también quedará para los anales. Las de las universidades ¿fueron mal hechas o manipuladas? Quizá con el tiempo sabremos la respuesta. Cualquiera haya sido la causa de sus erráticas "fotografías del momento" o proyecciones, las universidades tendrán que tener mucho más cuidado en el futuro en materia de estudios de opinión.

Otro elemento novedoso de este proceso que aún no termina, es la proliferación de "analistas políticos". Se han multiplicado como conejos en celo. Una cosa es un columnista y otro es un "analista político", el primero es un comentarista de temas varios, que usa los recursos propios de determinado género periodístico. El segundo, el analista, es un experto en temas políticos, que bien puede escribir en formato de columna, como Carlos Alberto Montaner, o de ensayos.

Hay muy buenos analistas políticos en el país. Leyéndolos, uno aprende bastante. Hay otros que aunque dicen cosas interesantes, son francamente aburridos. Los hay quienes defienden apasionadamente el sistema de libre empresa, y los hay los que defienden claramente al socialismo marxista. Uno de estos últimos es por ejemplo Dagoberto Gutiérrez. Comunista sincero, ameno, claro, carismático, equivocado.

Pero hay un tipo de analista, al que me he permitido llamar, como en la canción de los Beatles, "El tonto de la colina". Es aquel que analiza nuestra situación política, como si estuviese hablando de España, Francia o Inglaterra. Alega que ya es tiempo de la alternancia, como si aquí el principal partido de oposición fuesen el Partido Demócrata de los Estados Unidos o los Socialistas franceses.

Y citando con cierto dejo casual a Karl Popper, Schumpeter, Giovanni Sartori o Gianni Vatimmo, argumenta lo bueno que sería para nuestra democracia el triunfo de la oposición política. Se lamentan de las campañas del miedo y del intento de la derecha por hacer aparecer la elección como algo entre el bien y el mal. Y escribiendo de esta manera, el tonto de la colina, se siente intelectual, moderado, equilibrado, progresista; en suma un buen sujeto, libre de insultos y hasta un poco tragable para todos.

Lo que no dice el tonto de la colina, es que acá la oposición es un FMLN, dominado totalmente por el Partido Comunista, aliado con sangre con el Partido Comunista de Cuba, y los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y las Farc de Colombia.

No dice tampoco que de ganar las elecciones, lo que de inmediato se pondría en marcha, no son las propuestas del candidato, que por cierto no figuran en el plan de gobierno del FMLN, sino una estrategia para convertir a El Salvador en una pieza fundamental para expandir el Socialismo del Siglo XXI por todo el continente. Es decir el fin de la democracia.

El tonto de la colina está cerrado en que hay que sacar a ARENA del poder, y no alcanza a entender, que en parte, el hecho que ARENA se haya mantenido dos décadas en el gobierno, es porque el FMLN, dominado por el Partido Comunista, ha impedido que se desarrolle un partido de oposición, que incluso pueda ser una izquierda democrática, que convierta cada elección en una vibrante confrontación de propuestas de gobierno y no en un definitorio juego de vida o muerte.

Los tontos de la colina latinoamericana, son los que dijeron que nada pasaría si ganaba Chávez en Venezuela, o Evo Morales en Bolivia y Correa en Ecuador. Es más, hasta celebraron las victorias de "las alternativas populares", hoy andan de arriba abajo, denunciando la opresión de la que ellos mismos son víctimas. Debería haber una convención de tontos de la colina del continente, para que el de acá aprenda de una buena vez.

MARVIN GALEAS / Columnista de El Diario de Hoy
http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=6342&idArt=3339393

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