viernes, 24 de abril de 2009

DE RODILLAS ANTE LOS COMUNISTAS, ¡JAMÁS!

Introducción. Aprovecho la parte inicial de este artículo para agradecer a las personas que me hicieron llegar sus mensajes de felicitación por haber cumplido 15 años de escribir en la página de Opinión de LA PRENSA GRÁFICA. Durante este tiempo, he creído servir a los salvadoreños, escribiendo siempre la verdad, y la finalidad ha sido despertar el valor para defender la libertad.

15 de marzo. En la consulta popular, realizada por el Tribunal Supremo Electoral, a fin de que los ciudadanos inscritos en el Registro Electoral decidieran qué fórmula presidencial, entre las presentadas por los partidos políticos contendientes, sería la adecuada para asumir la dirección del Órgano Ejecutivo y por consiguiente los destinos y la representación de nuestro país, se puede concluir en que el proceso electoral se realizó dentro de los límites de la justicia electoral, pues el día de las votaciones, el recuento de votos, el escrutinio final, se realizaron con transparencia. El resultado es indiscutible, el pueblo eligió a su presidente de la República.

Pero lo que violenta la Constitución de la República es la inscripción de la planilla presidencial presentada por FMLN, pues la persona propuesta para la Vicepresidencia de la República no llena el principal requisito constitucional: la moralidad notoria. En mis artículos de opinión anteriores he explicado clara y extensamente esta situación y que dieron motivo a mi petición a la Fiscalía General de la República para que presentara el recurso de nulidad de dicha planilla.

Razones. Al consultar en el Departamento de Archivo de LA PRENSA GRÁFICA, las ediciones de periódicos de los años 1977, 1978 y 1979, se aprecian noticias que lesionan la sensibilidad humana por su crueldad, como secuestros y asesinatos, y en ellas se establece la responsabilidad de la organización que ejecutó esas acciones.

Crónica. El Comando Central de la Fuerzas Populares de Liberación, FPL, se responsabilizó públicamente de esos asesinatos y secuestros, así:

Año 1977. 23 de abril, secuestraron al canciller Mauricio Borgonovo y el 10 de mayo lo asesinaron salvajemente. 16 de septiembre, asesinaron al doctor Carlos Alfaro Castillo, rector de la Universidad Nacional, y a sus acompañantes Francisco Ramírez y Jorge Argueta. 4 de noviembre, liberaron a don Luis Escalante Arce, después de un pago millonario por su vida.

Año 1979. 28 de noviembre, secuestraron al embajador de Sudáfrica, Archibald Gardner Dunn; se cumplió con la exigencia de publicar un comunicado de las FPL, en 102 países; pero lo asesinan por no pagar un rescate de 20 millones de dólares. La lista de secuestrados es numerosa.

Interrogante. La única pregunta que uno se hace, ¿quién comandaba las FPL? Como era una organización terrorista clandestina, hubiera sido difícil averiguarlo, pero en el libro “Con sueños se escribe la vida” del profesor Salvador Sánchez Cerén, él confiesa pública y voluntariamente que formó parte del Comando Central de las FPL, y que asumió el mando.

Soy respetuoso de las decisiones de cada persona, porque esa es parte de la libertad, pero lo que indigna es el asesinato y el secuestro. Este último, no prescribe; y es un acto criminal abominable, en el que se pone de manifiesto la premeditación, la alevosía. Al escogido para ser secuestrado se le acecha, se vigilan sus pasos, sus hábitos, el ambiente de su hogar, la rutina de su vida, con creciente maldad olfatean el momento oportuno para apoderarse de él.

El vicio de nulidad, del candidato a vicepresidente propuesto, anula la planilla presidencial completa, por eso no debemos reconocerla.

Salvadoreños: no hay nada más precioso que ofrendarse por la libertad de El Salvador, ni más nobleza que persistir en su lucha.


Escrito por Luis Gómez Zárate

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