domingo, 12 de abril de 2009

DOBLE CRISIS ELEVA DESAFÍOS DEL PRÓXIMO GOBIERNO

En el breve plazo que medió entre enero y febrero de 2009, los ingresos tributarios del Estado por concepto de impuestos bajaron en 37 millones de dólares, ilustran datos del Banco Central de Reserva (BCR) en esa nación centroamericana.La caída, con tendencia a agravarse, resulta inquietante porque constituye la principal fuente de recursos para la inversión pública y los gastos corrientes en ese pequeño país, sometido durante años a un intenso proceso de privatización empresarial.

Muchos auguran grandes contratiempos al futuro presidente, Mauricio Funes, al vicepresidente electo, Salvador Sánchez Cerén, y al gabinete que los acompañe durante los cinco años de mandato, mientras corren voces de alerta sobre el mal manejo del presupuesto por parte del Ejecutivo saliente.

Los bemoles de la crisis y la precaria situación en que recibirá las finanzas estatales determinarán los tiempos y las formas de ejecución de las promesas realizadas durante la campaña electoral, según señaló Funes, un ex periodista reconocido por su apego a la verdad.

El presupuesto de 2009 fue calculado sobre la base de un crecimiento económico de tres por ciento, pero recientemente el Ejecutivo, encabezado por el derechista partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), admitió que el Producto Interno Bruto apenas aumentará 0,5 puntos porcentuales.

Ese desempeño económico afectará los ingresos tributarios, y "en lo que resta del año va a ser mal o peor", advirtió el director del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, Fernando Carrera, citado por el periódico salvadoreño La Prensa Gráfica.

Sin embargo, entre los ciudadanos hay amplias expectativas en espera de las decisiones concretas que adoptará el nuevo Ejecutivo.

La creación de una subcomisión especial conjunta con el propósito de analizar y acordar medidas frente a la crisis fue el principal acuerdo de la reunión inicial entre Funes y el presidente de la República, Antonio Saca, como parte de la transición de poderes que culminará el venidero 1 de junio.

Según periódicos locales, el equipo de gobierno de Funes, dedicado exclusivamente a proponerle posibles medidas anticrisis y políticas públicas, deberá entregar sus primeras recomendaciones a fines de la primera quincena de este mes.

Tanto Funes como Sánchez Cerén tienen el reto de no sólo de lidiar con la desfavorable coyuntura del momento, también se espera de ellos una actuación justa y transparente, posturas enarboladas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido que los nominó para la Presidencia.Tras 20 años de ARENA en el poder con políticas neoliberales, los efemelenistas heredan una situación colmada de conflictos.

Aproximadamente la mitad de la población está subempleada, mientras la tasa de desocupación de los últimos cinco años mantiene índices elevados, entre el seis y el siete por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.Estadísticas gubernamentales también confirmaron que con más de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes, El Salvador clasifica entre los países más inseguros del planeta.

A principios de 2009 el costo de la canasta básica era de 750 dólares; mientras los salarios mínimos en principales sectores como la industria maquiladora y la agricultura, andaban por 160 y 100 dólares, respectivamente.

Buscar alivio para la gente más pobre, promover las micro, pequeñas y medianas empresas, pactar con las grades compañías defendiendo los intereses nacionales, desarrollar programas de infraestructura, luchar contra la corrupción y la criminalidad, figuran entre los proyectos planteados por Funes.

Para el electorado había dos opciones: el "continuismo" de ARENA, que representaba "la profundización de la crisis y el auge delincuencial, ó un cambio seguro que va a traer mejor calidad de vida para todos los salvadoreños", precisó Funes durante la contienda de cara a las urnas.

Múltiples sectores explicitan hoy numerosas peticiones al futuro presidente y su Ejecutivo, una postura valorada por analistas locales como expresión de democracia y de reclamos "normales", aunque esperan madurez porque todo lo pendiente no puede hacerse en un año.

Días después de la victoria en los sufragios, Funes viajó a Brasil, donde sostuvo un encuentro con el mandatario de ese país suramericano, Luiz Inácio Lula da Silva, quien prometió incrementar la ayuda a El Salvador.

La oficina de prensa del presidente electo confirmó entonces que las vías serían un acuerdo de cooperación técnica y económica entre los dos países y la entrega de financiamiento para proyectos sociales y de infraestructura, a través del Banco Nacional de Desenvolvimiento de Brasil (el banco estatal de fomento al desarrollo).

Pese a las tensiones financieras, Funes aseguró que cumplirá los compromisos con los acreedores internacionales; no pretende renegociar la deuda del país, la que, indicó, oscila entre ocho y nueve miles de millones de dólares.Entre los empresarios salvadoreños priman las preocupaciones por la desaceleración de la economía; por ello reiteraron su interés de dialogar con el presidente electo.

Pero no está clara la disposición de la cúpula empresarial para compartir los costos de la crisis; figuras prominentes del sector reclaman, entre otras medidas, "flexibilizar el empleo", lo cual puede significar un empeoramiento de las condiciones de los trabajadores.

Como resultado de las votaciones en enero (la primera parte de estas elecciones generales), el FMLN ganó 93 de los 262 Concejos Municipales e incrementó su bancada en la Asamblea Legislativa en relación con 2006.Aunque el Frente se convirtió en la principal fuerza política, en el Parlamento ningún partido gozará de mayoría simple y las decisiones que exijan mayoría calificada tendrán que contar con la anuencia tanto del FMLN como de ARENA, lo cual demandará entendimientos.

El consenso entre ambas agrupaciones es prioritario para que el próximo gobierno pueda echar a andar medidas que alivien el bolsillo de los salvadoreños y el país logre superar la crisis económica, señaló uno de los integrantes del equipo de gobierno de Funes, Gerson Martínez.

Está por ver cómo el nuevo Ejecutivo enfrentará los desafíos de la doble crisis, la interna y la que tiene lugar a escala internacional, cuando se concibió un "cambio en El Salvador para vivir mejor".

Por María Julia Mayoral
Periodista de la Redacción de Centroamérica de Prensa Latina

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