jueves, 2 de abril de 2009

TRABAJEMOS UNIDOS POR UNA RENOVACIÓN

Luego de la reciente contienda electoral, los areneros, los simpatizantes de ARENA y los miembros del mapa político salvadoreño debemos reconocer que los votantes han evolucionado, madurado y elegido buscar nuevas propuestas políticas para los próximos cinco años.

Se debe hacer un alto e interpretar los resultados. No fue un margen amplio de gane para el Frente, pero los resultados dieron a la comunidad internacional el ejemplo de la real democracia que vivimos los salvadoreños al reconocerse el gane, de inmediato, por el TSE, el pueblo y los contendientes. Entonces detengámonos a analizar ¿por qué ARENA no obtuvo el triunfo que esperaba?, ¿por qué no convenció a los indecisos y los propios? Y asegurémonos de que el Frente cumpla y gobierne para todos, por los que lo eligieron y por los que no.

Esto nos coloca en una posición que obliga a meditar, tanto a la dirigencia, a los militantes y los simpatizantes de ARENA, así como a todos los salvadoreños. Los políticos debemos aprender la lección, reconocer los desaciertos sin pasión y sin enojo demostrando que ARENA y los partidos políticos tienen la capacidad de reinventarse y de ser creativos en sus propuestas.

Ante la actual situación política me uno a la opinión de muchos salvadoreños que trabajamos por la democracia, entendiendo que esta es una oportunidad para asumir la situación con perspectivas de cambio, tomando conciencia de que nos toca ser una oposición constructiva.

Asumiendo como verdaderas las buenas señales hasta hoy dadas por el presidente electo, hay que asegurarse que las buenas acciones del futuro gobierno sean apoyadas, pero con un ojo vigilante, para que el nuevo mandatario se mantenga siempre dentro de las reglas y los límites de la democracia. ARENA debe saber estar a la altura de las circunstancias y demostrar a la sociedad salvadoreña que puede servirla desde cualquier trinchera.

Es necesario que retomemos el espíritu de los Acuerdos de Paz que se firmaron hace ya 16 años y busquemos ir más allá de lo logrado, para que todos los salvadoreños sintamos que valieron la pena los sacrificios y esfuerzos que se hicieron por el país.

Con su suscripción se creó el escenario para hacer de El Salvador un país funcional en todo sentido y aunque no se hayan cumplido con la celeridad y coherencia que hubiéramos deseado, debemos buscar que el diálogo, la sensatez y la cordura estén por encima de cualquier interés particular para lograr enfrentar con solvencia el reto de ser oposición. En estos momentos de cambio y crisis internacional ARENA debe asumir un papel propositivo y de unidad para ayudar a sacar a nuestro país de la actual coyuntura.

Lo importante es que el proceso siga caminando, que los dinamismos históricos vayan fluyendo y que los actores políticos ganen madurez y sensibilidad ajustándose a las condiciones reales del momento que estamos viviendo.

Para lograr lo anterior ARENA debe saber liderar su nuevo rol, con el fin de lograr el bien común de todos los salvadoreños. Se deben combinar “experiencia y renovación” para demostrar que el partido hizo su tarea; debe transformarse y evolucionar en una verdadera alternativa, así como consolidarse y tener presente que en ARENA nadie sobra, todos suman.

Aunemos esfuerzos, desarrollemos el escenario político, con las herramientas que nos da la democracia, y recuperemos la ilusión de los primeros momentos de ARENA con la evolución propia de los tiempos. Nadie nos puede arrebatar el liderazgo moral de haber contribuido a la paz y al crecimiento económico-social de nuestra nación, así como al fortalecimiento y la madurez de nuestro sistema democrático.

Escrito por Francisco Laínez/ Embajador de El Salvador ante la OEA

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