miércoles, 29 de abril de 2009

EL EJEMPLO DE "POLAROID" EN ARENA

El partido ARENA tiene una importante decisión que tomar, y es valorar si lo que quiere es intentar reparar lo que ya tiene, simplemente nombrando un nuevo COENA, o si lejos de eso, lo que debe hacer es transformarse de raíz como instituto político, redefinirse y buscar conectarse con las nuevas realidades, sus efectos y soluciones.

No hace mucho tiempo, leí un artículo interesante sobre el modelo de negocios aplicado para el éxito de venta de los aparatos DVD y televisores de la marca “Polaroid”; y me refiero a “Polaroid”, la misma marca famosa por sus cámaras y fotos instantáneas. Resulta, que con los avances tecnológicos las cámaras “Polaroid” inevitablemente fueron perdiendo mercado, hasta que la empresa tuvo que declararse en quiebra. Simultáneamente, un grupo de empresarios decidió comprar la licencia de la marca “Polaroid” para fabricar, no cámaras instantáneas, sino otros equipos eléctricos, tales como televisores LCD, con la idea de que para vender un nuevo producto no se necesita necesariamente una nueva marca.


Se puede aprovechar lo bueno que tenía la otra, evolucionarla, y encontrar un nuevo mercado de productos. Así las cosas, recientemente “Polaroid” anunció que al cierre del año 2009 dejaría de producir los productos para sus cámaras instantáneas, y en cambio, la empresa que compró la licencia para el uso de la marca en los televisores y demás productos los continúa posicionando de buena manera en el mercado.

En el sentido antes dicho, “Polaroid”, en su lucha por seguir enfrascada en posicionar su cámara instantánea de más de 30 años de existencia, se fue olvidando de que cuando la idea se constituye alrededor del “producto” ya creado, y no en la fuerza de las ideas sobre los valores que guían a la empresa, se pierda la innovación, y viene el fracaso. En ese mismo contexto, el partido ARENA tiene su desafío histórico más grande, que es, si tomamos el ejemplo antes expuesto, luchar por simplemente reparar la cámara instantánea ya creada y seguir tratando de posicionarla en la población salvadoreña, o, evolucionar a otros productos y fronteras, conservando obviamente su marca y sus valores, pero buscando nuevos nichos y fomentando alianzas frescas revitalizadoras, con movimientos ciudadanos, agrupaciones civiles y gremiales.

Para que ARENA logre una evolución, que es diferente a cambio, debe comenzar por comprender que:


1) ARENA es una institución con principios inalterables, y por lo tanto sus valores son los mismos, lo que debe transformar son objetivos y estrategias; es decir, ARENA, en el fondo, es como la energía, su esencia no cambia, solo se transforma.

2) En un mundo tan cambiante e interconectado, hablar de derechas, centros o izquierdas ideológicas ya no tiene cabida, sino lo que reina en el hoy es fijar posición en temas como Migración, Comercio Internacional, Salud, Sindicatos, Funcionamiento Gubernamental.

3) ARENA debe establecerse nuevamente como la alianza de sectores que es, y esto quiere decir ser incluyente, y entender que disentir no es traicionar.

4) Que exista una identificación plena en la causa de ARENA, es lo único que hace recobrar la mística; ya que se debe creer en lo que se hace, si no se siente, no se logra.

Quienes dirigen ARENA actualmente tienen una tarea titánica, y es escoger, como las palabras de Robert Frost, entre dos caminos que bifurcan. Una opción es hacer lo que hizo “Polaroid”, enfrascarse en tratar de seguir posicionando el mismo producto de más de treinta años y quebrar, o hacer lo que hizo el que compró la licencia de la marca “Polaroid” y fabricó nuevos productos y encontró nuevos consumidores.


La marca es la misma, la diferencia es el camino tomado. Los que toman un camino viven, los que toman el otro mueren.

Escrito por José Tomás Calderón González/ Abogado

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